miércoles, 14 de septiembre de 2011

ASPECTOS PSICOSOCIALES DEL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.

 
La relación entre la experiencia social y el desarrollo de la personalidad raras veces es inmediata o directa. Las variables sociales ejercen su influencia de modo indirecto, incidiendo en los valores y aspiraciones del yo y modificando su estructura.


La percepción es un mecanismo mediador entre el estimulo social y la conciencia la cual tiene que ver con la conducta y el desarrollo. La madurez cognitiva determina la capacidad del niño para responder a ciertos estímulos sociales de diversos grados de complejidad.
Los rasgos psicosociales  se interrelacionan en las formas de crianza las cuales vienen a mediar la transmisión de la variabilidad intercultural en la estructura de la personalidad.
Los estilos de crianza solo podrán tener  efectos prolongados y generalizados sobre los aspectos centrales de la personalidad siempre que reflejen la acción de los valores culturales dominantes.
El auto identificación racial es una cuestión algo diferente de la percepción de las desigualdades raciales, puesto que comprende también el conocimiento de circunstancias favorables y desfavorables ligadas a la pertenencia racial. El auto preferencia racial es una noción bien establecida en los preescolares blancos y orientales.
Los padres son los principales agentes socializantes y resultan ser los instrumentos más importantes en la transmisión de las normas culturales que determinan las actitudes intergrupales.
El niño tiene perjuicios sensibilizados para notar lo malo, desconocer lo  bueno a interpretar lo innocuo como generado por una intención maliciosa. Los prejuicios raciales y étnicos afectan el desarrollo de la personalidad tanto del niño que lo sustenta como el que ya es víctima de ellos.
La escuela cumple con las funciones especiales como difusora de conocimientos y aptitudes intelectuales, comparte muchas de las responsabilidades de socialización y aculturación .que en otros medios están a cargo exclusivo de la familia, este cumple un importante papel en el desarrollo del status y las metas de la madurez del individuo y en la adquisición de normas aceptables de la conducta social.
Las diferencias sexuales anatómicas adquieren importancia para el niño principalmente porque son determinantes significativos de la conducta erótica y social de los adultos y, por consiguiente, afectan tanto su comportamiento emula torio como las expectativas y procedimientos socializantes que manifiestan éstos en su trato con él.
El bebé inevitablemente descubre y manipula sus genitales al experimentar los efectos placenteros de esta actividad. De hecho en algunas culturas es común que las madres acaricien los genitales desnudos de sus bebés, cuando éstos lloran o se irritan, como medio de apaciguarlos.

 

DESARROLLO DEL YO

Para que un niño llegue a desarrollar su YO es necesario que pase principalmente por dos etapas fundamentales que son el conocimiento de sí mismo, el auto-concepto, después de haber pasado por estás, al final y como refuerzo del mismo le sigue el desarrollo de la personalidad. Ahora se describirán cada una de estas etapas:
El conocimiento de si mismo es una constelación de percepciones y recuerdos individuales que consta de la imagen visual de la propia apariencia física, la imagen auditiva que evoca el sonido del propio nombre, las imágenes de las sensaciones kinestesicas y de la tensión visceral, los recuerdos de acontecimientos personales, etc.
En cuanto al autoconcepto podemos decir que es una abstracción de las características esenciales y distintivas del sí-mismo que establecen una diferencia entre la existencia consciente de un individuo, por una parte y el ambiente y otros sí-mismos por la otra. En el curso del desarrollo, se vinculan con el auto-concepto diversas actitudes evaluativas, valores, aspiraciones, motivos y obligaciones.
Porque el yo es el sistema organizado de las propias actitudes, motivos y valores interrelacionados que resulta de dicha vinculación.
Así llegamos al concepto de personalidad el cual  es un término aún más inclusivo que "yo" porque comprende todas las predisposiciones conductuales características del individuo en un momento dado de su vida y  abarca así los aspectos periféricos, transitorios y triviales, además de los centrales, de su repertorio conductual.
Por ello en la teoría psicoanalítica se considera que el “yo” no está completamente preformado sino que es un derivado de experiencia de impulsos innatos, esto quiere decir que se piensa que todos los niños ya traen consigo (genéticamente) los impulsos y que con el paso del tiempo y si entorno en el que están se van desarrollando éstos.
En si el desarrollo del yo es el resultado de interacciones continuas entre la experiencia social actual que ha adquirido el infante y la estructura de la personalidad del mismo.
A esto se le adhiere la existencia de variables que afectan el desarrollo de “yo”, que se clasifican en tres y son:
       Variables sociales (externas): son las relaciones y la organización tanto institucionales, inter-grupales, intra-grupales e interpersonales que afectan el curso de este desarrollo.
       Variables endógenas (internas): son las que constituyen la matriz de crecimiento del desarrollo del “yo”, es decir, los rasgos de personalidad y temperamento, el nivel de la capacidad motriz y cognitiva, los factores fisiológicos y el estado prevaleciente de la propia organización del “yo”.     
       Variables perceptuales: estas cumplen un rol de mediación entre las dos primeras variables externas e internas para el desarrollo del “yo”.
También se toma en cuanta algunos aspectos de cómo funciona el “yo” en el infante, en el cual se desarrollan objetivos, motivos y actitudes, por ejemplo, cuando el niño participa en alguna tarea específica y que no se le ha proporcionado para realizar sin esperar a cambio algún reconocimiento del adulto o de la sociedad en general.
De todo lo mencionado anteriormente se vienen a integrar otros tres aspectos que reforzaran el desarrollo del “yo” en el chiquillo, que son:
       Egocentrismo: es cuando el niño cree que él es el centro de atención de sus padres y de todo aquel que le rodea, así brindándole todo lo que el dese y cuando lo quiera.
       Egoísmo: se trata de un sentimiento que les dificulta a los infantes poderse relacionarse con sus iguales, por ejemplo: el niño tiene demasiados juguetes y esta conviviendo con otro y no le presta nada que sea de él.
       Subjetividad: es la propiedad de las percepciones, argumentos y lenguaje basado en el punto de vista del sujeto y por tanto influidos por los intereses y deseos particulares del sujeto. La propiedad objetiva, que los basa en un punto de vista intersubjetivo, no prejuiciado, verificable por diferentes sujetos. Desde el punto de vista de la sociología la subjetividad se refiere al campo de acción y representación de los sujetos siempre condicionados a circunstancias históricas, políticas, culturales, etc.

sábado, 10 de septiembre de 2011

LAS TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD Y EL PUNTO DE VISTA DEL DESARROLLO


En primer lugar, las teorías de la personalidad se interesan en la investigación y descripción de aquellos factores que en su conjunto hacen al individuo, para poder comprender su conducta e intentar predecirla.

Para Freud, la personalidad se va desarrollando a través de etapas que ocurren en la infancia, que tienen una función biológica como centro y plantea que los acontecimientos que se llevan a cabo en éstas fases pueden ser determinantes en la formación de la personalidad del ser humano.

Por otro lado, Allport formula que: "De un recién nacido, difícilmente se puede pensar que tiene una personalidad, pues le falta la organización característica de los sistemas psicofísicos”. Aunque, otros autores afirman, que la personalidad comienza en el momento del nacimiento y podría decirse que el bebé tiene una personalidad en potencia, ya que algunas capacidades y características, están ciertamente destinadas a desarrollarse.

Dentro de este orden de ideas, cabe señalar las teorías centradas en la personalidad y sus principales aportes:

En la teoría psicoanalítica Freud maneja tres instancias: El ello, el súper yo y el yo.

·         El Ello. Constituye el polo pulsional de la personalidad. Contiene las pulsiones inconcientes, en parte innatas y en parte reprimidas. El Ello es totalmente inconciente.

·         El Súper Yo. Se forma por la interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales. Su tarea es comparable a la de un juez respecto al yo. Son funciones del Súper Yo la conciencia moral, la autobservación y la formación de ideales. El Súper Yo es el asiento de los valores, la discriminación entre lo que está bien y lo que está mal. Es, por ende, una instancia netamente cultural y tiene "partes" concientes, preconcientes e inconcientes.

·         El Yo. El núcleo del Yo se asocia al sistema percepción-conciencia, pero no se limita a eso, dado que Freud adjudica al Yo la tarea defensiva de la represión; y la represión es inconciente.
Si bien es una instancia que se exhibe como mediadora y como representante de los intereses de la totalidad de la persona, Freud puntualiza que la autonomía del Yo es ficticia.

Por otro lado, el Conductismo nos menciona que existe una interacción entre la persona y el ambiente, en este proceso, la influencia de los estímulos ambientales dependerán de cómo los interpreten los seres humanos. Por lo que, se define que la conducta es propositiva, puesto que cada persona es un agente activo, competente para mediar su conducta y ser capaz de conocerse a sí mismo y al mundo externo.

Ahora bien, en la Teoría Humanista, se entiende que el ser humano presenta una actitud innata hacia el desarrollo y su ideal máximo es la satisfacción de las necesidades para realizarse en la vida. Rogers describe un elemento central de la personalidad, que él denomina el sí mismo, una configuración organizada de las percepciones del sí mismo que son admisibles en la conciencia.

Se evidencia entonces, que el niño se diferencia del adulto en que ciertas funciones, ciertas estructuras, no han alcanzado su perfección; pero en cada etapa de su desarrollo presenta, sin embargo, una organización de conjunto. Se puede hablar de la personalidad del niño de 3 años, en función de sus intereses del momento, de sus aptitudes, de las tareas que se le encomiendan, realiza un estilo de conducta, un modo coherente de resolver los problemas que su supervivencia y su bienestar le plantean.

Para terminar contestemos ¿Ser uno mismo diferente de los demás, fiel a su propia imagen, a su papel, a sus actitudes, se debe a la maduración de los aparatos orgánicos y a una disposición funcional ligada a las relaciones entre el individuo y los que le rodean? O ¿No será también conformarse con lo que la sociedad espera del individuo y, sobre todo, con una imagen del individuo que la sociedad impone?

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Premisas para el estudio del conocimiento de sí mismo y la formación de la personalidad en la primera infancia.

Las ideas que en la actualidad tenemos sobre la infancia y los estilos de relación que tenemos con niños y niñas son fenómenos relativamente nuevos. Durante siglos, niños y niñas estaban lejos de tener la consideración social y los derechos de que ahora gozan; y las relaciones padres-hijos tenían muy poco que ver con lo que ahora consideramos no sólo deseable, sino incluso necesario. Lo cierto es que niños y niñas parecían tener para los adultos un significado muy diferente del que hoy les asignamos.

Por ello la psicología evolutiva se ocupó de forma exclusiva del desarrollo infantil y adolescente. Hablar de los orígenes y de los primeros desarrollos de esta disciplina, significa analizar la evolución del estudio de niños y adolescentes desde los antecedentes más remotos hasta finales de la década de 1960.

Por lo tanto podemos decir que, la psicología evolutiva es la disciplina que se ocupa de estudiar los cambios psicológicos que en una cierta relación con la edad se dan en las personas a lo largo de su desarrollo, es decir, desde su concepción hasta su muerte, los cambios de que se ocupa la psicología evolutiva están mucho más cerca de lo normativo (incluso si hay sujetos procesos que se escapan a esa normatividad) que de lo idiosincrásico.

Una de las características típicas de los seres humanos es nacer con un alto grado de inmadurez que de manera muy lenta y gradual da más tarde acceso a la madurez; por lo tanto la maduración sigue una secuencia tanto más fija y predecible cuanto más cerca nos encontremos del principio de la trayectoria vital individual.

Los rasgos y características individuales están presentes a lo largo de todo el proceso de desarrollo: tenemos caracteres genéticos personales, nacemos siendo distintos y luego vivimos desde el principio experiencias diferentes que van ejerciendo su impacto sobre nuestro proceso de desarrollo, con lo que los perfiles psicológicos se van haciendo más marcadamente individuales a medida que nos alejamos del punto de partida de nuestro desarrollo.

Uno de los filósofos importantes interesados en la naturaleza humana es Rousseau, sostiene que el niño nace con una bondad natural y con un sentimiento innato de lo correcto y lo incorrecto; nace además con un plan de desarrollo que gracias a la maduración irá dando lugar a diferentes estadios de desarrollo, cada uno de los cuales tendrá sus propias características psicológicas y planteará sus propias necesidades educativas. La buena educación consistirá para Rousseau no en enseñar cosas al niño, sino en facilitar que él mismo las aprenda en contacto con el tipo de estímulos que en cada momento sea más adecuado a su nivel de maduración y de desarrollo.

Por lo tanto la historia psíquica de una persona no es sino la historia de sus experiencias y aprendizajes, sean estos hechos a partir de conductas reforzadas por el éxito o a partir de la imitación de modelos de conducta.

En cambio la personalidad no es un conjunto de rasgos ni de propiedades, si no un sistema integral cuya esencia es la jerarquía de motivos, orientada y regulada por la participación consciente del sujeto en la dirección de su comportamiento, por medio de las formaciones motivacionales conscientes de la personalidad.La unidad de lo efectivo y lo cognitivo, en sus distintas formas de expresión, representa la particularidad funcional distintiva de la personalidad como instancia reguladora de la vida psíquica.

El desarrollo de la personalidad es inseparable de la educación, que es una vía creciente de expresión de la influencias sociales y opera también por medio de los sistemas de actividades y de comunicación, mediante los cuales el individuo se inserta en la sociedad, cristalizando lo que resulta mas significativo a un nivel social más general.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Educación Incial

A pesar de que pasamos gran parte de nuestra vida recibiendo una educación, no podemos asegurar que poseamos un desarrollo integral óptimo. Aunque se reconoce que la escuela favorece al desarrollo del niño, los padres, así como los educadores esperan ver resultados en su aprendizaje, para ello se considera que la edad ideal para lograrlo es hasta los 4 años, sólo que a ésta edad se estimula el desarrollo cognitivo, y se desaprovechan los otros aspectos de su desarrollo.

Por ello, la Educación Inicial concibe como una etapa de suma importancia la primera infancia, en la que el niño reciba atención integral desde su gestación hasta cumplir los 4 años de edad, por lo tanto es necesario estimular al niño por medio de variadas experiencias que le permitan desarrollar su percepción.

Tomando en cuenta que el niño es un investigador por naturaleza, por medio de la Educación Inicial debemos aprovechar sus sentidos estimulándolo a través de acciones como tocar, escuchar, oler, moverse, probar, entre otras, esto permite modificar la conducta anterior produciéndose así el aprendizaje significativo que involucra todos los aspectos de su personalidad de manera integral, es de esta forma que el niño se descubre y toma conciencia de sí mismo, conoce y acepta a los otros, además de que organiza cognoscitivamente sus percepciones y elabora las relaciones con los objetos que lo rodean.

De ahí, el surgimiento de instituciones que ofrecen este servicio educativo que se brinda a niños menores de cuatro años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral,  en un ambiente educativo y afectivo, que les permitirá adquirir una cultura, así como desarrollar su autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.

Por lo que al tener un centro de Educación Inicial, los niños tendrán los siguientes beneficios:

·         Se puede evitar que el niño sufra en sus años de primaria, secundaria y bachillerato, de un bajo déficit intelectual o físico.

·         Se desarrollan sus habilidades motrices, de creatividad, emocionales, sociales.

·         Se puede estimular tempranamente no sólo la parte motriz sino también la parte psicológica y afectiva del niño.