miércoles, 14 de septiembre de 2011

DESARROLLO DEL YO

Para que un niño llegue a desarrollar su YO es necesario que pase principalmente por dos etapas fundamentales que son el conocimiento de sí mismo, el auto-concepto, después de haber pasado por estás, al final y como refuerzo del mismo le sigue el desarrollo de la personalidad. Ahora se describirán cada una de estas etapas:
El conocimiento de si mismo es una constelación de percepciones y recuerdos individuales que consta de la imagen visual de la propia apariencia física, la imagen auditiva que evoca el sonido del propio nombre, las imágenes de las sensaciones kinestesicas y de la tensión visceral, los recuerdos de acontecimientos personales, etc.
En cuanto al autoconcepto podemos decir que es una abstracción de las características esenciales y distintivas del sí-mismo que establecen una diferencia entre la existencia consciente de un individuo, por una parte y el ambiente y otros sí-mismos por la otra. En el curso del desarrollo, se vinculan con el auto-concepto diversas actitudes evaluativas, valores, aspiraciones, motivos y obligaciones.
Porque el yo es el sistema organizado de las propias actitudes, motivos y valores interrelacionados que resulta de dicha vinculación.
Así llegamos al concepto de personalidad el cual  es un término aún más inclusivo que "yo" porque comprende todas las predisposiciones conductuales características del individuo en un momento dado de su vida y  abarca así los aspectos periféricos, transitorios y triviales, además de los centrales, de su repertorio conductual.
Por ello en la teoría psicoanalítica se considera que el “yo” no está completamente preformado sino que es un derivado de experiencia de impulsos innatos, esto quiere decir que se piensa que todos los niños ya traen consigo (genéticamente) los impulsos y que con el paso del tiempo y si entorno en el que están se van desarrollando éstos.
En si el desarrollo del yo es el resultado de interacciones continuas entre la experiencia social actual que ha adquirido el infante y la estructura de la personalidad del mismo.
A esto se le adhiere la existencia de variables que afectan el desarrollo de “yo”, que se clasifican en tres y son:
       Variables sociales (externas): son las relaciones y la organización tanto institucionales, inter-grupales, intra-grupales e interpersonales que afectan el curso de este desarrollo.
       Variables endógenas (internas): son las que constituyen la matriz de crecimiento del desarrollo del “yo”, es decir, los rasgos de personalidad y temperamento, el nivel de la capacidad motriz y cognitiva, los factores fisiológicos y el estado prevaleciente de la propia organización del “yo”.     
       Variables perceptuales: estas cumplen un rol de mediación entre las dos primeras variables externas e internas para el desarrollo del “yo”.
También se toma en cuanta algunos aspectos de cómo funciona el “yo” en el infante, en el cual se desarrollan objetivos, motivos y actitudes, por ejemplo, cuando el niño participa en alguna tarea específica y que no se le ha proporcionado para realizar sin esperar a cambio algún reconocimiento del adulto o de la sociedad en general.
De todo lo mencionado anteriormente se vienen a integrar otros tres aspectos que reforzaran el desarrollo del “yo” en el chiquillo, que son:
       Egocentrismo: es cuando el niño cree que él es el centro de atención de sus padres y de todo aquel que le rodea, así brindándole todo lo que el dese y cuando lo quiera.
       Egoísmo: se trata de un sentimiento que les dificulta a los infantes poderse relacionarse con sus iguales, por ejemplo: el niño tiene demasiados juguetes y esta conviviendo con otro y no le presta nada que sea de él.
       Subjetividad: es la propiedad de las percepciones, argumentos y lenguaje basado en el punto de vista del sujeto y por tanto influidos por los intereses y deseos particulares del sujeto. La propiedad objetiva, que los basa en un punto de vista intersubjetivo, no prejuiciado, verificable por diferentes sujetos. Desde el punto de vista de la sociología la subjetividad se refiere al campo de acción y representación de los sujetos siempre condicionados a circunstancias históricas, políticas, culturales, etc.

4 comentarios:

  1. Hola Chicas:
    No veo su participación en este apartado, hay que comentar y aportar recuerden que ustedes deben dar el ejemplo a sus compañeras.
    Adelante¡¡¡¡
    Saludos

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  2. El desarrollo de la personalidad es algo un tanto complejo, pues parte de lo interno del niño, desde su desarrollo físico y mental, como ejemplo: Su relación con los objetos, con su espacio, el reconocimiento de su esquema corporal. Pero esta personalidad también se ve influida por lo externo, a través de las relaciones sociales que el infante establece, pues éstas van complementando su ser, por ejemplo en primera instancia la madre, o los cuidadores proporcionan al bebé las primeras muestras de cuidados y amor, que influyen de manera muy positiva al crecer el niño de forma segura.
    Algo que considero importante es que estos dos factores, tanto lo interno como lo externo, no podrían existir el uno sin el otro, ya que sin las relaciones sociales no se desarrolla en su totalidad lo endógeno, y a su vez si las condiciones endógenas no están bien estructuradas, el establecimiento de las relaciones sociales se verá entorpecido.

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  3. Existen factores que influyen en ciertos aspectos decisivos en el desarrollo del "YO", como pueden ser, las diferencias psicosociales las cuales reflejan las discrepancias en las formas en que las distintas culturas institucionalizan las relaciones interpersonales sobre la base de la edad, del sexo y del parentesco, así como las diferencias en los valores e ideales básicos de la estructura de la personalidad

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  4. En el transcurso de la evolución del infante, a medida que pasa por las diferentes etapas de su conformación.
    El yo reproduce las primeras percepciones luego lo hace con todos los estímulos que le llegan.
    Otro de los mecanismos del yo primitivo es la tendencia a introyectar lo agradable y expulsar lo desagradable
    El yo, es el primero de los periodos insustanciales, y es netamente placentero, ya que intriyecta lo que es agradable y proyecta fuera de lo que es desagradable, desde que esta íntimamente unido a ello, donde rige el principio del placer.
    La imagen del yo se descubre en los años de los primeros pasos, a medida que los niños desarrollan su conciencia en si. Ya que con ello se va formando su propia personalidad y con ello su manera de actuar.

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